sábado, 10 de agosto de 2013

Mi diario, por Lily Evans.



Querido diario:
¡Hoy invité a Sev a mi casa! Como estaba lloviendo, no pudimos salir al jardín pero jugamos juegos de mesa en mi habitación. Yo soy muy buena en eso y le ganaba a Sev casi siempre. Al final de una partida, Sev me dijo:
- En el mundo mágico hay un ajedrez que tu dices a donde quieres que vayan tus piezas y es muy divertido. ¡ Ya quiero irme a Hogwarts! ¿Tu no?
- Pues sí pero voy a extrañar a mi familia. -cuando dije eso, la sonrisa de la cara de mi amigo se borró.
- Bueno, ¿no tienes más juegos? Este ya me comienza a aburrir. -me cambió de tema.
- Si, claro.- fui a revisar a mi cajón de juguetes-Tengo damas chinas, ajedrez y... ¡OYE!-grité emocionada porque se me había iluminado el cerebro, ¡hasta Sev se espantó!
- ¿Qué? -dijo todavía alterado por el susto.
- ¿Qué tal si vamos a saltar en los charcos?
- Ahh... Pues como quieras.-me respondió ya calmado.
- No, como tú quieras.
- No, como tú quieras.
- No, como tú quieras.
- No, como tú quieras.
Yo me reí y le dije a Sev que fuéramos por los impermeables, porque como tenía dos y Tuney no estaba, podía usar el suyo.
Fuimos al parque y saltamos en los charcos.
- ¡Es muy divertido! -dijo Sev riéndose. ¡Nunca había visto a mi amigo así!
- ¡Ven! Mira te voy a enseñar una forma más divertida.- le dije y lo tomé de la mano. - Saltas al mismo tiempo que yo ¿sas? Pero no me sueltes.
Sev asintió y juntos fuimos saltando charcos y riéndonos hasta que mi mamá nos llamó para cenar.
En el camino a casa, Severus dijo:
- ¡Nunca me había divertido tanto en mi vida!
- ¿Y en el parque de diversiones en mi cumple, qué?- le dije sonriendo y crucé mis brazos.
Sev rió y dijo:
- Bueno, aparte.
Cuando llegamos a casa cenamos cereal y panquesito que nos hizo mi mami.
Después fuimos por mi hermana a la casa de una amiga suya y al final dejamos a Sev.
Mi hermana no me platicó nada de regreso, nada más a mis papás. Cuando terminó, por fin me dirigió la palabra.
- ¿Y qué hacía tu amiguito en la casa?
- Estábamos jugando.
- ¿A qué?
- Juegos de mesa y luego brincamos charcos.
- ¿De qué forma? ¿De la que yo te enseñé de tomarse de la mano?
- Sí. -mi voz sonaba fría. Mi hermana me estaba haciendo enojar: ni un "hola" pero ay viene de chismosa.
- ¡No tenías derecho a usarla! Yo la inventé. Además, ya parecen novios.
Me dieron ganas de contestarle, pero sentía que le iba a gritar, aparte mi mamá habló primero.
- Petunia no digas esas cosas. Sólo son amigos. Y respecto a lo de los charcos, todos tenemos derecho.
- ¡Pero si yo lo inventé!
- Y todos pueden jugarlo. -respondió mi mamá.
Mi hermana bufó, cruzó los brazos y se quedó callada.
Por lo de Tuney estoy triste, pero me alegra que Sev se haya divertido. Él nunca parece divertirse, ni reírse, ni sonreír, ni que su papá le haga mucho caso. Siempre la que contesta en el teléfono es su mamá y siempre ella da el permiso.
Pobre Severus, ha de tener problemas con su papá.
Cuando me fui a dormir, ¡soñé que Sev se divertía!
Pero en ese entonces yo no sabía que nuestra amistad se iba a terminar más rápido de lo que yo creía.
En mis tiempos de Hogwarts conocí a un chico llamado James Potter, ¡Sev y yo lo odiábamos!
Pero del odio al amor solo hay un paso, y James era el odio.
Lily Evans.
(historia completa: http://www.potterfics.com/)